Lo ritual en arteterapia

 

Hoy tenía reunión con Nuria Banal en relación a la formación de arteterapia. Tuvimos que adelantar la reunión por cuestiones externas.

Aquellas personas que me seguís sabéis que la formación en la que participo no habilita para ejercer de arteterapeuta si no para acompañar procesos creativos (no terapéuticos).

Dentro de la formación por un lado estoy llevando la parte teórica de la formación. Este año como novedad en lugar de ubicarla en el espacio de blog de Arteterapia Marabal  decidimos crear un grupo secreto de Facebook solo para lxs alumxa y profesorxs. Como he ido compartiendo decidimos crear un grupo de Facebook público para que todas las personas que trabajáis u os interese el campo de las terapias creativas podáis participar. De momento el grupo está poco dinamizado pero como es un espacio de todxs pues no es necesario que haya un/a líder.

En la propuesta de Facebook cada mes comparto un texto relacionado con la arteterapia y propongo que cada alumnx haga un proceso de reflexión respecto al mismo que enlace su experiencia en las clases, con su experiencia subjetiva/laboral, etc.

Os habréis fijado que estoy utilizando la X en lugar de la a/o para dirigirme a género masculino o femenino. De esta manera cada lector/a puede escoger la vocal que más acorde le parezca. No es algo que me haya inventado yo si no una propuesta para politizar un poco el género en el discurso. Una posición que me gusta explorar y que me hace sentir cómodo.

El sábado 23/01/2016 participaré en la primera sesión conjunta con Nuria Banal en la que trabajaremos el ser en relación a sus múltiples posiciones. Este trabajo lo abordo desde una propuesta danzada y de escritura. Cuando la primera parte está acabada finaliza en una especie de performance. Parte de lo individual, el trabajo de interiorización con el yo, a un trabajo grupal, en que se presenta al resto del grupo el trabajo abordado. No propongo trabajar el «yo» desde «la persona» si no a partir del «ser» que cada unx crea en el proceso. Aunque pueda sonar críptico, es una propuesta simple y sencilla. No doy más detalles puesto que son internos de la formación.

En todo caso hablando con Nuria, apareció como asunto el «ritual». Yo no soy antropólogo y desgraciadamente no dispongo de formación al respecto. Como mucho durante mis estudios de educación social abordamos conceptos de antropología, también durante mis estudios de artes visuales y educación (en este último caso se abordó una posición muy crítica, fruto de la cuál estoy reformulando mi posición de una manera más clara y menos anodina).

En todo caso es interesante en esta formación y creo que en todo proceso arteterapéutico, que se de algún tipo de proceso simbólico que desemboque en lo ritual.

Lo ritual que propongo es un espacio de juego ritual, un espacio en que la persona se coloca en una posición de simbolizar algo, que por supuesto tiene algo de repetición, se le propone a la persona crear, entre otras cosas, la danza ritual de un personaje que representa a su pueblo. Cada alumnx creará un contexto plástico (instalación), una historia y una vivencia inventada de este hecho.

A veces se confunde en arteterapia lo ritual con la repetición de un mismo esquema al inicio de cada sesión. Esto lo critica el arteterapeuta Patrick Loraine diciendo (traduzco a mi manera sus palabras) que el hecho de comenzar una sesión de arteterapia siempre utilizando música de relajación y pidiendo a la persona que se tumbe en una esterilla para relajarse ¿A quién responde? ¿Al deseo del arteterapeuta para sentirse más cómodo o al deseo del paciente para relajarse? ¿Y aquellos pacientes para los que relajarse no implica escuchar música tranquila o estar tumbado pensando en diferentes partes de su cuerpo?

Esto último es lo que no quiero. Cuando me refiero a ritual, es a que dentro de un marco (en este caso formativo) pueda trabajarse desde un personaje y ritualizar un hecho, una cuestión simbólica, mediante por ejemplo la creación de una danza que esté ligada a  una instalación como dije anteriormente.

Pero utilizando el término «lo ritual» no puedo evitar el hecho de darme cuenta de cuál es mi concepción de lo ritual y cuál es mi posición de entrada. Nací en Barcelona, soy «hombre» «blanco» y mi posición además es «eurocéntrica».

Que quiero decir? Pues que tengo la concepción errónea de que aquellas culturas más cercanas a la economía de subsistencia, suelen mantener más sus ritos simbólicos.  Este pensamiento, que me hace sentir incómodo, sea como sea, me hace pensar que cuando se propone un juego de ritualización dentro de una formación; hacer una performance, etc. Se pretende llegar a otro lugar.

A pesar de ello, lo que pretendo es que la persona al construir un personaje alejado de quién «verdaderamente» es pueda llegar a espacios desconocidos y a la vez, para algunas personas se haga más fácil abordar sentimientos/emociones/situaciones que no harían desde su «yo subjetivo» o lo que consideran que es su «verdadero yo».

Así que Nuria Banal y yo, con nuestros límites, y nuestras concepciones un tanto arcaicas, planteamos la importancia de recuperar lo ritual, la ceremonia, en un espacio arteterapéutico. puesto que permite solemnizar y simbolizar. Permite que la persona se sitúe en otro estado y a la vez represente con su cuerpo, voz, tono, una ficción que en ese momento sea lo más importante que haya, dejando a parte o suspendiendo todo lo demás.

Cuando se crea desde ese lugar de máxima importancia, ese pequeño viaje a lo ritual, aunque sea desde la fantasía de lo que es ritual en cada unx, lo que se presenta y muestra tiene una contundencia inusual, que la persona que está en rol de público/observador nota, porque lo estira, lo vapulea, lo inquiere.

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